miércoles, 7 de mayo de 2014

QUISE SER FISIOTERAPEUTA



Yo estudié fisioterapia…… Cuando un@ está en el instituto ya nos planteamos la carrera a estudiar, aquella que nos gusta, con la que disfrutaríamos trabajando y en la que creemos. Yo escogí  Fisioterapia al igual que muchos compañeros porque quería ayudar al paciente, recuperar aquellas dolencias y lesiones que los martirizaba, tener la satisfacción de verles mejorar día a día y ver en sus caras el agradecimiento a nuestro trabajo realizado.
 A medida que nos adentramos en la profesión, nos encontramos con que la formación universitaria, pésima en algunas facultades , deja mucho que desear y terminas los estudios teniendo que plantearte, sin ningún tipo de trabajo que reporte ganancias, el seguir estudiando para complementar esa formación tan escasa que hemos recibido. Es entonces cuando nos adentramos en el mundo de los cursos, que son carísimos, y los hacemos de manera altruista para poder dar la mayor calidad asistencial porque como profesionales queremos aportar lo mejor de nosotros y porque nuestros pacientes se merecen un trato de calidad. Es aquí cuando comienza la odisea del fisioterapeuta….. Comienzas tus cursos de formación, máster universitario, expertos, especializaciones, etc., cada vez que haces uno te das cuenta que no sabes nada y sigues estudiando y formándote, siempre con ilusión y sacrificio porque, quién no tiene recursos suficientes tiene que pagárselos con el trabajo y eso conlleva trabajar durante toda la semana y estudiar e ir de seminarios los fines de semana y tiempo libre con el consiguiente descuido de tu vida familiar y social. Después de gastarnos una media de unos 10.000 a 15.000 € incluso a veces más….. decides que es hora de parar un poco, que ya tienes herramientas suficientes para realizar tu trabajo. Ahora viene la gran sorpresa o desilusión del fisioterapeuta, el trabajo y las condiciones laborales.

El 80% de los fisioterapeutas trabajan por cuenta propia, el resto trabaja para centros privados y una mínima parte son los que trabajan para centros públicos. Esto quiere decir que el fisioterapeuta tiene que atender una media de unos 3 o 4 pacientes cada media hora, que casi obligatoriamente tiene que entrar en la dinámica de usar la electroterapia como método de tratamiento,  a veces combinado con la terapia manual y a veces no, puesto que es imposible asistir a esa cantidad de usuarios en tan poco tiempo, otras veces les imponen los tratamientos a realizar pues hay quién piensa que el fisioterapeuta no está capacitado para poner  tratamientos  que eso es tarea del médico quién no sabe ni la más mínima cantidad de técnicas que existen en terapia manual y a veces ni la electroterapia conocen por no poner en duda los diágnosticos que hacen (alucinante después de los años de formación reglada y no reglada que llevamos a cuesta), nos convertimos en camareros de las corrientes, el calor, las movilizaciones pasivas  y el masaje que parece ser que es lo único que se ve en medicina como herramientas de los fisios ( eso NO ES FISIOTERAPIA).

Ahora entramos en la polémica del paciente privado….. están los que van por compañías que parece que desconocen que lo que cobra un fisioterapeuta por sesión es una media entre 4 y 5€ y, los que van pagando su sesión que les parece abusivo si se cobra más de 25€ y yo me pregunto, sin descalificar a ningún sector, se plantean tanto los precios cuando van a la peluquería o cuando llaman a un fontanero o a un cerrajero para abrir una puerta???? Normalmente suelen cobrar más y recordemos que  el fisio realiza un trabajo físico que conlleva un desgaste durante un tiempo considerable de tratamiento sin mencionar el gasto del material usado y la colegiación obligatoria y carísima en algunas comunidades, siendo una de las más caras la de Andalucía. Por otra parte, mencionar también que los fisioterapeutas que trabajan en las instituciones públicas algunos son llamados para trabajar a kms de su lugar de residencia y contratados al 50% de la jornada laboral, llegando a gastar en gasoil un dinero considerable para el sueldo que ganan con esas reducciones de jornadas laborales y el peligro de estar expuesto a una carretera y, todo eso, para ganar puntos y poder en un futuro asegurarse un puesto fijo que a saber cuándo llega y si llega tal y como está la situación.
Cuando el fisio lleva más de 15 años trabajando a destajo con esos volúmenes de pacientes para ganar un sueldo que le sufrague los gastos y poder tener una vida personal y familiar digna, se encuentra con dolores en articulaciones que ni siquiera sabía que existían.

Y no es por quitarle las ganas a los que pretenden estudiar esta carrera porque es preciosa si nos dejan realizarla como sabemos y nos gustaría, pero, por favor,  no devalúen más el trabajo del fisioterapeuta que es tan necesario en nuestra sociedad, reconozcan nuestra labor y valórenla como se merece. 

Por unos salarios dignos y por la libertad en nuestro trabajo. Somos profesionales de la salud y estamos perfectamente preparados para dar asistencia de calidad. La fisioterapia no es una herramienta para enriquecerse aquellos que la convierten en un negocio y deterioran nuestra imagen profesional.

P.D.: Aprovecho para mandar un fuerte abrazo a todos mis compañeros fisioterapeutas, los que conozco y con los que hablo de nuestra situación, aquellos con los que he coincidido en elgún trabajo o curso, aquellos que no conozco y los futuros miembros de nuestra profesión. Tenemos que luchar por mejorar nuestra profesión y dar a conocer lo que verdaderamente es la fisioterapia.

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