Yo estudié fisioterapia…… Cuando un@ está en el instituto ya nos planteamos la carrera a estudiar, aquella que nos gusta, con la que disfrutaríamos trabajando y en la que creemos. Yo escogí Fisioterapia al igual que muchos compañeros porque quería ayudar al paciente, recuperar aquellas dolencias y lesiones que los martirizaba, tener la satisfacción de verles mejorar día a día y ver en sus caras el agradecimiento a nuestro trabajo realizado.
A medida que nos
adentramos en la profesión, nos encontramos con que la formación universitaria, pésima en
algunas facultades , deja mucho que desear y terminas los estudios teniendo
que plantearte, sin ningún tipo de trabajo que reporte ganancias, el seguir
estudiando para complementar esa formación tan escasa que hemos recibido. Es
entonces cuando nos adentramos en el mundo de los cursos, que son carísimos, y
los hacemos de manera altruista para poder dar la mayor calidad asistencial
porque como profesionales queremos aportar lo mejor de nosotros y porque
nuestros pacientes se merecen un trato de calidad. Es aquí cuando comienza la
odisea del fisioterapeuta….. Comienzas tus cursos de formación, máster
universitario, expertos, especializaciones, etc., cada vez que haces uno te das
cuenta que no sabes nada y sigues estudiando y formándote, siempre con ilusión
y sacrificio porque, quién no tiene recursos suficientes tiene que pagárselos con
el trabajo y eso conlleva trabajar durante toda la semana y estudiar e ir de
seminarios los fines de semana y tiempo libre con el consiguiente descuido de
tu vida familiar y social. Después de gastarnos una media de unos 10.000 a
15.000 € incluso a veces más….. decides que es hora de parar un poco, que ya
tienes herramientas suficientes para realizar tu trabajo. Ahora viene la gran
sorpresa o desilusión del fisioterapeuta, el trabajo y las condiciones
laborales.
El 80% de los fisioterapeutas trabajan por cuenta propia, el
resto trabaja para centros privados y una mínima parte son los que trabajan
para centros públicos. Esto quiere decir que el fisioterapeuta tiene que
atender una media de unos 3 o 4 pacientes cada media hora, que casi
obligatoriamente tiene que entrar en la dinámica de usar la electroterapia como
método de tratamiento, a veces combinado
con la terapia manual y a veces no, puesto que es imposible asistir a esa cantidad
de usuarios en tan poco tiempo, otras veces les imponen los tratamientos a
realizar pues hay quién piensa que el fisioterapeuta no está capacitado para poner
tratamientos que eso es tarea del médico quién no sabe ni
la más mínima cantidad de técnicas que existen en terapia manual y a veces ni
la electroterapia conocen por no poner en duda los diágnosticos que hacen (alucinante después de los años de formación reglada
y no reglada que llevamos a cuesta), nos convertimos en camareros de las
corrientes, el calor, las movilizaciones pasivas y el masaje que parece ser que es lo único que
se ve en medicina como herramientas de los fisios ( eso NO ES FISIOTERAPIA).
Ahora entramos en la polémica del paciente privado….. están
los que van por compañías que parece que desconocen que lo que cobra un
fisioterapeuta por sesión es una media entre 4 y 5€ y, los que van pagando su
sesión que les parece abusivo si se cobra más de 25€ y yo me pregunto, sin
descalificar a ningún sector, se plantean tanto los precios cuando van a la
peluquería o cuando llaman a un fontanero o a un cerrajero para abrir una
puerta???? Normalmente suelen cobrar más y recordemos que el fisio realiza un trabajo físico que
conlleva un desgaste durante un tiempo considerable de tratamiento sin
mencionar el gasto del material usado y la colegiación obligatoria y carísima
en algunas comunidades, siendo una de las más caras la de Andalucía. Por otra
parte, mencionar también que los fisioterapeutas que trabajan en las
instituciones públicas algunos son llamados para trabajar a kms de su lugar de
residencia y contratados al 50% de la jornada laboral, llegando a gastar en
gasoil un dinero considerable para el sueldo que ganan con esas reducciones de
jornadas laborales y el peligro de estar expuesto a una carretera y, todo eso,
para ganar puntos y poder en un futuro asegurarse un puesto fijo que a saber
cuándo llega y si llega tal y como está la situación.
Cuando el fisio lleva más de 15 años trabajando a destajo
con esos volúmenes de pacientes para ganar un sueldo que le sufrague los gastos
y poder tener una vida personal y familiar digna, se encuentra con dolores en
articulaciones que ni siquiera sabía que existían.
Y no es por quitarle las ganas a los que pretenden estudiar
esta carrera porque es preciosa si nos dejan realizarla como sabemos y nos
gustaría, pero, por favor, no devalúen más
el trabajo del fisioterapeuta que es tan necesario en nuestra sociedad,
reconozcan nuestra labor y valórenla como se merece.
Por unos salarios dignos y por la libertad en nuestro
trabajo. Somos profesionales de la salud y estamos perfectamente preparados
para dar asistencia de calidad. La fisioterapia no es una herramienta para
enriquecerse aquellos que la convierten en un negocio y deterioran nuestra
imagen profesional.
P.D.: Aprovecho para mandar un fuerte abrazo a todos mis compañeros fisioterapeutas, los que conozco y con los que hablo de nuestra situación, aquellos con los que he coincidido en elgún trabajo o curso, aquellos que no conozco y los futuros miembros de nuestra profesión. Tenemos que luchar por mejorar nuestra profesión y dar a conocer lo que verdaderamente es la fisioterapia.
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